«Pensaba que era normal, que yo era la que tenía un problema al hacer el amor con mi marido. Teníamos que buscar posiciones y distintas formas para llegar al orgasmo, pero lo complejo era que yo no lo sentía a él.
Todo el tiempo buscaba excusas como el famoso «dolor de cabeza» o que «los niños están despiertos» para no tener relaciones… me angustiaba no satisfacerlo a él y yo tampoco poder sentir placer. La situación era cada vez peor.. uno se siente muy mal, desesperada. Es difícil explicarlo, porque la verdad es que no es un tema que se converse con la mamá y si uno no tiene la pareja adecuada, es súper difícil enfrentarlo.
Después de la operación de rejuvenecimiento vaginal ,el cambio fue del cielo a la tierra; fue volver a la primera vez… Es decir uno está en la plenitud del placer, de sentir al máximo porque vuelven a llegar las sensaciones por todos lados. La autoestima mejora bastante y uno se siente bien, como cuando tenía veinte años. Me siento mucho más atractiva que antes, para mi fue un cambio grande… muy grande.»