«El tema de las cirugías plásticas ginecológicas casi no se conversa, yo creo que es un tema todavía tabú, y eso es una lástima, porque si se hablara más, muchas mujeres podrían mejorar diversos aspectos de su vida.
Desde la adolescencia me di cuenta que mis labios vaginales, externos e internos eran más grandes de lo que tenían el común de las mujeres. Yo siento que esta situación fue aumentando con el paso de los años, llegué a odiar el aspecto estético de mi vagina, me cargaba, la encontraba horrible, la asociaba con una imagen masculina, se veía abultada sobretodo con traje baño y calzas, pero era un tema que no comentaba con nadie.
Un día, empecé a investigar en la web sobre la labioplastía y encontré al doctor Pardo, me armé de valor, dejé atrás la vergüenza y le pedí a mi marido que me acompañara a una consulta con el Dr. Jack. Viajé en enero a verlo, me explicó que me podía hacer una labioplastía de labios menores, es decir, sacar el exceso de ellos, además de un lifting de los mayores, (cosa que no tenía conocimiento), lo que significaba disminuir los labios mayores en cuanto a su tamaño.
La verdad que en mi caso era algo que quería hace tiempo, pero me daba mucho susto… Pasaron los meses y decidí operarme , contacté al doctor y quedamos en una fecha. Me acompañó una amiga, me operé, (te duermen y no te enteras de nada) y en la tarde me fui a la casa.
Los primeros días sí tuve dolor, muy soportable, (mi operación era de labios mayores y menores), pero mirarme y ver mi vagina como siempre la quise, hace que todo valga la pena, lo haría de nuevo. De lo único que me arrepiento es no haberlo hecho antes. Me cambió mi autoestima, me dio más seguridad, ahora me puedo poner ropa que antes no usaba. En resumen y aunque suene cliché la operación me cambió la vida y mi manera de enfrentarla”.